Jubileo de las Cofradías
-Roma del 16 al 18 de mayo de 2025-
En el marco del Jubileo de las Cofradías y Piedad Popular celebrado en Roma entre los días 16 y 18 de mayo de 2025, la Cofradía del Dulce Nombre de Jesús Nazareno de León fue honrada con una invitación oficial por parte de la Santa Sede para tomar parte activa en los actos programados en la capital italiana. Esta invitación fue cursada a través del Excmo. y Rvdmo. Mons. Salvatore Rino Fisichella, Pro-Prefecto del Dicasterio para la Evangelización, organismo encargado de coordinar este relevante acontecimiento jubilar.
La comunicación oficial de dicha invitación fue remitida al Obispo de la Diócesis de León, Mons. Luis Ángel de las Heras, el día 31 de octubre de 2024, quien a su vez trasladó la noticia a la Cofradía. En la misiva, Mons. Fisichella subraya de manera explícita “el significado devocional, artístico y teológico” que reviste la imagen titular de Nuestro Padre Jesús Nazareno, reconociendo así su profundo arraigo en la espiritualidad popular y su valor patrimonial dentro del contexto de la religiosidad española.
La Cofradía recibió esta invitación con profundo orgullo, humildad y sentido de la responsabilidad, considerándola no solo un reconocimiento a su secular trayectoria, sino también una oportunidad para poner en valor, ante la comunidad eclesial internacional, la riqueza de la tradición cofrade leonesa y española. La participación en este Jubileo supuso, además, una manifestación tangible de la universalidad de la Iglesia, donde las expresiones locales de fe encuentran eco y acogida en el corazón mismo de la cristiandad.
La presencia del Paso de Nuestro Padre Jesús Nazareno en Roma se configuró como un acontecimiento histórico, no solo para la Cofradía, sino también para la ciudad de León y su Semana Santa, declarada de Interés Turístico Internacional. La imagen procesionó junto a otras veneradas tallas procedentes de distintos rincones del mundo, en un gesto de comunión y testimonio de la viva tradición de la piedad popular que, como ha señalado el magisterio pontificio, constituye un verdadero “tesoro del pueblo de Dios”.
