Como es tradicional en nuestra Cofradía, la efigie de la Madre Dolorosa cambia su indumentaria y ya luce ataviada para la Cuaresma.
La Dolorosa se encuentra en su retablo vestida con la saya negra bordada realizada por Melchor Gutiérrez San Martín en 2009, así como un paño de moare negro en el entorno de la cara.
Como joyas, la diadema procesional, de orfebrería Roncero en 1998, una orquídea en plata y pedrería, broche donado en 2014, y un corazón, traspasado por siete puñales, en plata, amatista y perlas, donación realizada el año pasado.