Aun tratando de asimilar las emociones vividas durante este último fin de semana en Roma, la Cofradía del Dulce Nombre de Jesús Nazareno quiere agradecer su apoyo incondicional a todos los que han hecho posible que el Nazareno participe en este extraordinario Jubileo de las Cofradías.
Gracias a la Sra. Embajadora de España ante la Santa Sede, Dª. María Isabel Celaá y a todo su equipo de la Embajada, por facilitarnos todo nuestro trabajo en Roma y por rendir honores a nuestro Nazareno.
Gracias a las instituciones que nos han apoyado: Junta de Castilla y León, Ayuntamiento de León y Cámara de Comercio de León, por su colaboración decidida y decisiva, tanto económica como logística.
A las empresas leonesas que han querido arrimar el hombro y apuestan siempre por nuestra Cofradía: Alsa, Martinauto, Viajes Bentravel, Alcana, Quimileón, Maiton, TH3, Bodegas Vinos de Leon-VILE, Rotuleon, De Show Gestion Integral – ctickets.es.
Gracias a las autoridades civiles y militares que nos han acompañado en nuestro viaje, por mostrarse siempre cercanos a nuestra Cofradía.
Gracias a la Guardia Civil, por su impecable escolta al Nazareno y por todo su cariño. Y a la Policía Local y Policía Nacional por su colaboración y por darnos facilidades para todo aquello que se les solicita.
A nuestros amigos de La8 León, que han llevado a cabo un despliegue sin igual para que nadie se quedara sin presenciar este evento histórico, así como a todos los medios de comunicación leoneses y del resto de España que han difundido con respeto y seriedad nuestra participación en el Jubileo.
A nuestro Obispo, Mons. Luis Ángel de las Heras, y a nuestro Director Nato, Rvdo. D. Manuel Fláker, por su apoyo, consejo y acompañamiento. A Mons. José Manuel del Río Carrasco, cuya ayuda ha sido determinante para que este sueño se cumpliera. Al Rvdo. D. Germán Pablos, por su cariño y ayuda.
Gracias a la Junta de Seises de la Cofradía, encabezada por el Abad, por su trabajo, compromiso y desvelos, siempre buscando lo mejor para el Nazareno y para todos los hermanos.
A todo el equipo de secretaria por realizar el trabajo más difícil, el menos reconocido y sin el cual toda la actividad de la Cofradía sería imposible. Gracias al equipo de comunicación, prensa y fotógrafos, que han redoblado esfuerzos para poder llevar al Nazareno hasta el último rincón.
Gracias a los Padres Teatinos, y especialmente al Rvdo. Padre D. Joao Boranelli, rector de la Basílica de Sant`Andrea della Valle. Desde ahora el Nazareno tiene una segunda casa, nada menos que en Roma.
Al Dicasterio de la Evangelización, en la persona de su Prefecto Mons. Rino Fisichella, que creyó que la presencia del Nazareno en la Procesión de Roma ayudaría a mostrar cómo es la religiosidad popular en España. A Marco Lucente, oficial del Dicasterio, por su trabajo en todos los actos del Jubileo y por su amabilidad.
Gracias a Paloma Saborido, que ha cargado en sus espaldas con el peso de la organización de un evento que parecía imposible llevar a efecto, pero que con trabajo, conocimiento y perseverancia ha resultado todo un éxito.
A las cofradías y hermandades españolas y de toda Europa que participaron en la Procesión cuyos hermanos y representantes nos mostraron gran cariño y respeto, haciendo gala de una gran fraternidad y a los cofrades de todo el mundo que nos han visitado y felicitado. A aquellas Cofradías leonesas y españolas que nos han animado en este camino. Vuestra ilusión ha peregrinado con nosotros.
A Diana Navarro, por enseñarnos otra forma de rezarle a Jesús Nazareno.
A todos los hermanitos de Jesús, los que estuvieron y los que no pudieron acompañar al Nazareno. Sois ejemplo de fe, de responsabilidad, de respeto a nuestras tradiciones, de buen hacer y, sobre todo, de devoción a nuestro Titular. Sus braceros presentes en Roma y los braceros de otros Pasos de la Cofradía que sirvieron al Señor en esta ocasión seréis siempre los hombros sobre los que Jesús Nazareno conquistó Roma y el mundo entero. A nuestros monaguillos y banderas que contarán durante muchos años que precedieron al Nazareno en su peregrinar en Roma y a los hermanos que se han ocupado de cuidar a los más pequeños. Y al equipo médico formado por hermanos de la Cofradía, que gracias a Dios no tuvieron demasiado trabajo.
A nuestra Agrupación Musical por su dedicación durante todo el año y por su esfuerzo titánico interpretando de forma espléndida más de setenta marchas desde el Monte Celio, pasando por el Coliseo y el Circo Máximo. Ellos son la música que marca el paso del Nazareno. En el corazón de Roma, también estuvieron representadas nuestra banda de cornetas y tambores y banda de música, con sus banderines tras los pasos de Jesús.
Al Grupo de Montaje y Adorno Floral, para los que cualquier calificativo se queda corto. Han vuelto a cumplir su misión en las condiciones más difíciles. Un trabajo de meses, con una Semana Santa de por medio, gracias al cual nuestros actos y cultos en Roma han sido admirados, ahora ya por el mundo entero. El Nazareno les premiará.
A todas las familias de los hermanitos de Jesús, por su aliento y comprensión, así como a todos los fieles y devotos de Jesús Nazareno, por seguirle donde quiera que vaya. Y a los leoneses y todos aquellos que, desde la distancia, habéis querido ser partícipes de este sueño. A pesar de estar lejos, todos estabais con el Nazareno.
Todos hemos sido Peregrinos de Esperanza y hemos demostrado en el centro del mundo cristiano lo que la Pasión de Cristo significa para los hermanos del Dulce Nombre y nuestro amor al Nazareno. Hemos cumplido un sueño que parecía imposible.
Nuestro Padre Jesús Nazareno ya está en casa. En Santa Nonia. En Su Iglesia sin frescos barrocos ni una de las mayores cúpulas del mundo. Pero en Su Casa. En esa casa que consideran suya todos los leoneses, donde nosotros y las generaciones venideras seguiremos eternamente postrándonos a Sus Plantas.
Que sea enhorabuena, hermanos.
Fotografía: Adrián de la Torre Lera