Hoy, 30 de octubre, conmemoramos la festividad de Santa Nonia, titular de nuestra Capilla.
A Santa Nonia se le atribuye la siguiente leyenda:
Apesadumbrada por la muerte de todos sus hijos y su marido, volvía a casa por la calzada que unía el lugar de martirio de Claudio, cuando se sintió morir de angustia, pidiendo a Dios que ‘se la tragará la tierra’, a ella y a su hija Nonita que la acompañaba.
Al punto, se abrió la tierra, surgió una laguna y al instante desaparecieron bajo sus aguas, acabando con sus angustias y transportando sus almas al cielo.
Se cuenta que cuando los enfermos se bañaban en ella o bebían de su manantial, sanaban al instante.
A estos hechos milagrosos se debió el motivo para que el pueblo de León construyese aquí una ermita y un pozo para recoger esas aguas.
Con el tiempo, en el siglo XVI, sobre la ermita se construyó una iglesia. En el siglo XVIII, y dado su estado de ruina, se derribó en todo o en parte y se construyó otra, obra de Fernando Sánchez Pertejo, bendecida en el año 1805 y que ha sufrido varias modificaciones a los largos de los años hasta llegar a nuestros días, siendo la sede de las Cofradías de Ntra. Sra. de las Angustias y Soledad y de la del Dulce Nombre de Jesús Nazareno desde 1814, y que gozan, según el documento emitido por el Obispado de León el 23 de septiembre de 1952, el uso y disfrute de la Capilla de Santa Nonia en exclusiva.
La imagen de la Santa que da nombre a la Capilla se puede contemplar en el ático del retablo de la Madre Dolorosa de nuestra Cofradía.
