El Prendimiento
Ángel Estrada Escanciano, 1964
"Aún estaba El hablando, y he aquí que llegó una turba, y el llamado Judas, uno de los doce, les precedía, el cual, acercándose a Jesús le besó. Jesús le dijo: Judas, ¿con un beso entregas al Hijo del Hombre?"
Lucas 22, 47-48
Lucas 22, 47-48
Hasta el año 1944 no figuraba esta escena entre las que poseía la Cofradía. Ese año, durante la Abadía del Hno. Dustan Prin Grande se adquiere un nuevo paso, también conocido como el Beso de Judas, sin que se conozca autor y procedencia, aunque todo apunta a que fue comprado en alguno de los talleres de arte cristiano que reproducían efigies en serie.
El primitivo paso estaba compuesto por cuatro figuras: Jesús y Judas, en acción éste último de besar a Cristo, con la bolsa de monedas en la mano izquierda, mientras dos romanos se mantienen expectantes para apresar al Mesías.
El primitivo paso estaba compuesto por cuatro figuras: Jesús y Judas, en acción éste último de besar a Cristo, con la bolsa de monedas en la mano izquierda, mientras dos romanos se mantienen expectantes para apresar al Mesías.
En mayo de 1962, a instancias de Óscar Rodríguez Cardet, se decide realizar una reforma en el paso, presentando en octubre de ese mismo año una maqueta del joven escultor Ángel Estrada Escanciano, tasando la obra en 200.000 pesetas.
El nuevo paso, realizado en pino del norte, sería parcialmente estrenado en 1964, durante la abadía del Hno. Onésimo Gutiérrez Lobo, finalizándose al año siguiente, año de la abadía de su promotor, y prescindiendo de la figura de un soldado que originalmente figuraba en el proyecto, sin conocer muy bien las causas de esa decisión.
El conjunto se articula en dos bloques. En el primero de ellos, y sobre un pequeño montículo, consta de las imágenes de Jesús, con un aspecto sereno mientras que en su mirada se plasma la tensión del pasaje evangélico, Judas y Pedro. El Iscariote se aproxima a Cristo para darle un beso, señal convenida para identificar al Rabí, mientras que Pedro, enjuto de carnes y semblante desolado, dirige su mirada y señala a la cohorte, dispuesto a impedir el prendimiento del Mesías.
El nuevo paso, realizado en pino del norte, sería parcialmente estrenado en 1964, durante la abadía del Hno. Onésimo Gutiérrez Lobo, finalizándose al año siguiente, año de la abadía de su promotor, y prescindiendo de la figura de un soldado que originalmente figuraba en el proyecto, sin conocer muy bien las causas de esa decisión.
El conjunto se articula en dos bloques. En el primero de ellos, y sobre un pequeño montículo, consta de las imágenes de Jesús, con un aspecto sereno mientras que en su mirada se plasma la tensión del pasaje evangélico, Judas y Pedro. El Iscariote se aproxima a Cristo para darle un beso, señal convenida para identificar al Rabí, mientras que Pedro, enjuto de carnes y semblante desolado, dirige su mirada y señala a la cohorte, dispuesto a impedir el prendimiento del Mesías.
El segundo grupo que completa la escena está compuesto por dos soldados romanos con las espadas desenvainadas, que escoltan a un Sumo Sacerdote, que se dirigen a apresar a Jesús, bajo la indicación del citado representante del Sanedrín judío.
Las efigies fueron restauradas en el año 2007 por Dña. Francisca Romero, consistente en una limpieza y consolidación de la policromía, así como un estudio para intentar mejorar la estabilidad tanto de los dos romanos como de la efigie de San Pedro, sin que se llegará a ninguna conclusión viable. Estas intervenciones sobre la consolidación del conjunto fueron sufragadas en su totalidad por los braceros del paso.
El trono del paso, realizado en madera, fue diseñado por el también Hno. Melchor Gutiérrez San Martín en 1985, de líneas rectas y paños con decoraciones vegetales, siendo modificado parcialmente en el año 2001 por el mismo autor, incluyendo ocho gárgolas en las esquinas y otros elementos decorativos en los entrepaños que otorgan mayor volumen al conjunto del paso.
Las efigies fueron restauradas en el año 2007 por Dña. Francisca Romero, consistente en una limpieza y consolidación de la policromía, así como un estudio para intentar mejorar la estabilidad tanto de los dos romanos como de la efigie de San Pedro, sin que se llegará a ninguna conclusión viable. Estas intervenciones sobre la consolidación del conjunto fueron sufragadas en su totalidad por los braceros del paso.
El trono del paso, realizado en madera, fue diseñado por el también Hno. Melchor Gutiérrez San Martín en 1985, de líneas rectas y paños con decoraciones vegetales, siendo modificado parcialmente en el año 2001 por el mismo autor, incluyendo ocho gárgolas en las esquinas y otros elementos decorativos en los entrepaños que otorgan mayor volumen al conjunto del paso.