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ACEPTO

Nuestro Padre Jesús Nazareno
Escuela Castellana, S. XVII

"Tomaron pues a Jesús, que llevando su cruz salió al sitio llamado Calvario, que en Hebreo se dice Gólgota, donde le crucificaron, y con El a otros dos"
Juan 19, 16-18

"Cuando le llevaban, echaron mano de un cierto Simón de Cirene, que venía del campo, y le cargaron con la cruz para que la llevase en pos de Jesús"
Lucas 23, 26


Nuestro Padre Jesús Nazareno
Nuestro Padre Jesús Nazareno, paso titular de la Cofradía, está compuesto por dos imágenes. Jesús con la Cruz a cuestas camino del Calvario, y Simón de Cirene ayudándole en tan penosa tarea.

La efigie de Jesús es una obra del siglo XVII, de la que poco conocemos, al ser escasísimos los documentos conservados de ese periodo, si bien su autoría ha sido ligada a varios escultores de la escuela castellana, con mayor o menor acierto. Desde Gregorio Fernández a varios de sus seguidores, siendo atribuida por el Catedrático de Arte Fernando Llamazares Rodríguez a Pedro de la Cuadra.

En 1983 José Javier Rivera Blanco, Doctor y Catedrático de Historia del Arte, redacta un informe sobre la imagen, en el que la data en torno al segundo cuarto del siglo XVII, entre 1640 y 1650, atribuyendo la gubia a algún seguidor de Gregorio Fernández imitador de sus formas, tan de moda en aquellos tiempos, donde incluso se copian pasos completos del gallego, descartando tanto al propio Fernández como a Pedro de la Cuadra.

Nuestro Padre Jesús Nazareno
Justifica su argumentación sin poder concretar más por las numerosas intervenciones realizadas sobre la imagen, desde 1674, donde a Díez de Tudanca se le pide que “a de aguecar la ymagen de Jesús Naçareno que tiene la conpañia y ponerlo lo mas ligero que se pueda y bolberlo a cobrir en la forma que oy esta” -lo cual hace pensar que la misma fuera de talla completa, no de pabellón como en la actualidad- así como los destrozos del incendio del Convento de Santo Domingo en 1809 y otras actuaciones en la misma en 1816, y más recientemente en 1944, alegando que ha perdido incluso el carácter que la originara.

En el año 2011 los historiadores del Arte, César García Álvarez y Eduardo Álvarez Aller, hacían pública la atribución de Nuestro Padre Jesús Nazareno al escultor Gregorio Fernández, en la presentación de una comunicación durante el IV Congreso de Cofradías Nazarenas celebrado en León, trabajo ampliado que era publicado por la Universidad de León en noviembre del 2012.

Lo único que podemos decir a ciencia cierta, toda vez que la falta de documentación nos impide asegurar otra cosa, es que se trata de una obra de la Escuela Castellana, imitadora de las formas de Gregorio Fernández, realizada entre 1610 y 1650 en algún taller de Valladolid, entonces principal centro de imaginería de la mitad norte de la península. El escultor que la realizó debía conocer el Atado a la Columna, imagen propiedad de la Cofradía de la Vera+Cruz de Valladolid, ya que presenta bastantes rasgos comunes con esa imagen.
 
Nuestro Padre Jesús Nazareno
En el año 1944 se encargó su restauración total al escultor Víctor de los Ríos Campos, quien recompuso la cabeza retallando la melena en madera, construyendo un cuerpo y los pies que se habían de ver bajo la túnica.

Hasta 1952 el Nazareno usaba una peluca de pelo natural, sin conocer desde cuando se utilizaba esta práctica, aunque a lo largo del siglo XIX existen numerosas referencias acerca del mantenimiento de dicho elemento postizo.

En 1960 se vuelve a restaurar la imagen del Nazareno, debido a la carcoma aparecida en la efigie titular.

En el año 2015 se le encarga al escultor sevillano Juan Manuel Miñarro López la hechura de un nuevo cuerpo y la restauración de la imagen, así como una nueva cruz procesional de salida, obra del también escultor hispalense Enrique Lobo Lozano.

El vestuario actual del Nazareno lo componen cinco túnicas, utilizadas en los diferentes cultos ordinarios en la Capilla de Santa Nonia, actos procesionales, triduos y otras fiestas de la Cofradía.

Así, entre las túnicas de “diario” podemos ver la realizada en 1989, confeccionada en terciopelo morado con agremanes y piedras de imitación en cuello, mangas y borde inferior, siendo la bocamanga de forma faroleada.

En el año 2006, la familia Campo-Fuertes dona y realiza otra túnica de culto, elaborada sobre terciopelo de algodón morado por la técnica de la aplicación enriquecida, con elementos ornamentales vegetales.
 
Nuestro Padre Jesús Nazareno
Respecto a las túnicas que el Nazareno porta en las distintas procesiones y actos principales podemos observar la realizada en 1934 en el Convento de las Trinitarias madrileñas, donación de Dña. Flora Velasco Reyero y su hermana, siendo una obra de bordado en oro sobre terciopelo sintético, con multitud de elementos vegetales, destacando las flores pasionarias.

En 1991, y debido a su mal estado de conservación, se decide trasladar el bordado de la misma, siendo realizado en el Convento de las Carbajalas leonesas, bajo las indicaciones del hermano Melchor Gutiérrez San Martín, modificando diversas partes del mismo para ganar vistosidad, y añadiéndole nuevos elementos, mejorando considerablemente su aspecto. Esta túnica es con la que se viste a la imagen del Nazareno habitualmente en la Procesión de los Pasos, así como en los Besapíes y tomas de posesión de los nuevos abades.

También utilizada en Procesión, aunque esta vez en la de la Pasión el Lunes Santo, tenemos una túnica realizada en 1962 por las madres Clarisas, y donada por la familia Ramos-Millán. Consta de un bordado en oro aplicado sobre terciopelo sintético, con motivos eucarísticos, portando en la parte posterior una gran cruz y el anagrama de la Cofradía. Esta túnica, aparte de la Procesión antes mencionada, también es utilizada durante los días del Triduo. Está túnica fue restaurada y traspasados sus bordados a un nuevo terciopelo en el año 2023 por el taller de bordado de los Hermanos Labanda Urbano.

Por último, en el año 2018, la efigie del Nazareno ha estrenado una nueva túnica de terciopelo de seda morado, lisa sin bordado alguno, realizada en el taller de bordado Hermanos Labanda Urbano, utilizada en la Procesión de dicho año, siendo una donación, durante la abadía del Hno. Juan Carlos Morán Fernández, de la familia Labanda Urbano.
 
Nuestro Padre Jesús Nazareno
La primera referencia al Cirineo la obtenemos en 1674, cuando en el contrato firmado con Díez de Tudanca se le encarga “un cirineo también de bulto para ayudar a llebar la cruz a Jesús Naçareno”. Del Cirineo de Tudanca poco o nada sabemos, ya que la falta de documentación en los siglos XVII y XVIII nos deja a oscuras durante esas dos centurias. Si podemos precisar que en el siglo XIX existía dicha iconografía, aunque no podemos afirmar que fuera la misma que realizara el autor del Expolio. En 1860 se efectúan pequeñas reparaciones en manos, repintes en 1879…

Esta efigie de finales del siglo XIX estuvo vigente hasta 1940, cuando se decide reemplazarla por otra imagen, en 1941, durante la abadía del Hno. Enrique de la Puente, adquiriendo una figura de cartón-piedra procedente de los talleres de gerundense de Olot.

En 1946 se contrata con Víctor de los Ríos Campos una nueva imagen del Cirineo, siendo ésta la que actualmente procesiona, representando a un hombre alto y fuerte, con anatomía atlética.

El Cirineo posee tres túnicas actualmente: la primera de ellas, realizada en paño de estameña marrón en 1993 y donada por el Hno. Alejandro Morán. La segunda, de 1994, realizada por Melchor Gutiérrez San Martín, se trata de una obra en terciopelo acrílico bordada en oro y plata con reflejos verdes y burdeos, donación de varios hermanos de la Cofradía. La más reciente es del año 2014, en terciopelo color burdeos, de Juan Carlos Campo Salas.

El paso es portado, desde el año 2000, en el antiguo trono de la Hermandad de San Gonzalo de Sevilla, de estilo barroco realizado en 1948 por Manuel Guerra, dorado por Manuel Calvo Camacho en 1976. Los candelabros son obra de Manuel Guzmán Bejarano en 1972, siendo restaurado en el año 2010.
 
Este paso participó en el Vía Crucis que se organizó, con motivo de la Jornada Mundial de la Juventud, en Madrid el 19 agosto del 2011 y que estuvo presidido por S.S. Benedicto XVI.

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