Sección de monaguillos
Monaguillos de la cofradía
La sección de monaguillos de la Cofradía del Dulce Nombre de Jesús Nazareno se halla compuesta por alrededor de setenta y cinco niños, con edades comprendidas entre los siete y los quince años, que en la mañana del Viernes de la Cruz, cambian sus vestimentas de "papón" por los guantes, roquetes blancos, túnica morada y muceta del mismo color, con el emblema de la Cofradía bordado en oro sobre el pecho.
Estos niños forman las cabeceras de los trece pasos que posee la Cofradía y que participan en las procesiones que organiza la misma: La Procesión de la Pasión, en la atardecida del Lunes Santo tras el último ejercicio del Triduo a nuestro Titular, y en la ya citada Procesión de los Pasos, portando los faroles, incensarios y navetas, así como la cruz alzada y los ciriales que abren el penitente cortejo que parte, en la alborada del Viernes Santo, de la Capilla de Santa Nonia.
Haciendo historia es en el año de 1954, en el transcurso de la abadía del Hno. Mariano Díez Rodríguez, la primera vez que aparece la figura del monaguillo en las actos organizados por la Cofradía, embelleciendo y dando mayor vistosidad a la procesión del día de la Cruz, hasta que en el año de 1985, siendo Abad el Hno. Jesús López–Arenas Fernández, desaparecen de los cortejos de esta antigua Hermandad.
El motivo de esa lamentable efeméride se debió, en gran medida, a la desaparición de entidades como orfanatos y colegios de internados especiales de la capital leonesa, que desde hacía bastantes años venían colaborando con la Cofradía de Jesús Nazareno. Ello provocó que todas las indumentarias del cuerpo de acólitos descansaran en el convento de las RR.MM. Clarisas, no durante un año, como había sucedido con anterioridad, sino durante casi tres lustros, siendo reemplazados en las labores de portar los incensarios, navetas y faroles por hermanos vestidos con el hábito reglamentario, hasta que en el año de 1999, ocupando el cargo de Abad de la Cofradía el Hno. Jorge Revenga Sánchez, se intenta recuperar una de las escenas más entrañables de nuestras procesiones: Los monaguillos.
En ese año, en la Procesión del Viernes Santo, la de los Pasos (3 de Abril de 1999), se consiguió que treinta y cuatro niños vistiesen las albas, roquetas, y túnicas moradas, destacando en gran medida la colaboración desinteresada ofrecida por la Asociación de Amigos del Síndrome de Down, "prestando" a varios de sus pupilos para que engrandecieran, más si cabe, nuestro penitente cortejo, tal vez sin darse cuenta que lo que engrandecía era el alma de esta agrupación penitencial, que acogió gustosamente a ese grupo de niños que demostraron una gran ilusión y ganas de colaborar con esta Cofradía.
Desde entonces, y poco a poco, se ha conseguido completar el cuerpo de monaguillos necesario para dar mayor esplendor a nuestra Procesión, siendo en el año 2001, con gran labor del Hno. Francisco José Balbuena González, la primera vez que se lograra dicho propósito, así como mantenerlos durante los años sucesivos.
No deja de ser una tarea ardua, tanto en su organización, como por el inexorable paso del tiempo, ya que estos niños cumplen años, y se encaminan a ocupar otros puestos dentro del organigrama de la Procesión y de la Cofradía.
La mayoría de los niños son papones de nuestra Hermandad que quieren pasar por este estado antes de continuar como hermanos de fila, pertenecer a las diferentes bandas de nuestra Cofradía, ser banderas o braceros.
La sección de monaguillos es una de las imágenes más entrañables de la Semana Santa leonesa, y ya son varias las Cofradías de la capital que tratan de incorporarlos a sus cortejos, y pertenecer a ellos supone, sin duda, un orgullo para todos nosotros.
Cualquier niño que lo desee puede participar como monaguillo en nuestra Cofradía del Dulce Nombre de Jesús Nazareno, sin necesidad de tener que ser hermano de la misma, y sin contraprestación alguna. Para ello, durante los meses previos a Semana Santa, se abre el plazo de inscripción para participar activamente en la “Procesión de los Pasos” como monaguillo. Tan sólo hay que ponerse en contacto con la Cofradía, a través de la Secretaría de la misma, y facilitar los datos necesarios.
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Estos niños forman las cabeceras de los trece pasos que posee la Cofradía y que participan en las procesiones que organiza la misma: La Procesión de la Pasión, en la atardecida del Lunes Santo tras el último ejercicio del Triduo a nuestro Titular, y en la ya citada Procesión de los Pasos, portando los faroles, incensarios y navetas, así como la cruz alzada y los ciriales que abren el penitente cortejo que parte, en la alborada del Viernes Santo, de la Capilla de Santa Nonia.
Haciendo historia es en el año de 1954, en el transcurso de la abadía del Hno. Mariano Díez Rodríguez, la primera vez que aparece la figura del monaguillo en las actos organizados por la Cofradía, embelleciendo y dando mayor vistosidad a la procesión del día de la Cruz, hasta que en el año de 1985, siendo Abad el Hno. Jesús López–Arenas Fernández, desaparecen de los cortejos de esta antigua Hermandad.
El motivo de esa lamentable efeméride se debió, en gran medida, a la desaparición de entidades como orfanatos y colegios de internados especiales de la capital leonesa, que desde hacía bastantes años venían colaborando con la Cofradía de Jesús Nazareno. Ello provocó que todas las indumentarias del cuerpo de acólitos descansaran en el convento de las RR.MM. Clarisas, no durante un año, como había sucedido con anterioridad, sino durante casi tres lustros, siendo reemplazados en las labores de portar los incensarios, navetas y faroles por hermanos vestidos con el hábito reglamentario, hasta que en el año de 1999, ocupando el cargo de Abad de la Cofradía el Hno. Jorge Revenga Sánchez, se intenta recuperar una de las escenas más entrañables de nuestras procesiones: Los monaguillos.
En ese año, en la Procesión del Viernes Santo, la de los Pasos (3 de Abril de 1999), se consiguió que treinta y cuatro niños vistiesen las albas, roquetas, y túnicas moradas, destacando en gran medida la colaboración desinteresada ofrecida por la Asociación de Amigos del Síndrome de Down, "prestando" a varios de sus pupilos para que engrandecieran, más si cabe, nuestro penitente cortejo, tal vez sin darse cuenta que lo que engrandecía era el alma de esta agrupación penitencial, que acogió gustosamente a ese grupo de niños que demostraron una gran ilusión y ganas de colaborar con esta Cofradía.
Desde entonces, y poco a poco, se ha conseguido completar el cuerpo de monaguillos necesario para dar mayor esplendor a nuestra Procesión, siendo en el año 2001, con gran labor del Hno. Francisco José Balbuena González, la primera vez que se lograra dicho propósito, así como mantenerlos durante los años sucesivos.
No deja de ser una tarea ardua, tanto en su organización, como por el inexorable paso del tiempo, ya que estos niños cumplen años, y se encaminan a ocupar otros puestos dentro del organigrama de la Procesión y de la Cofradía.
La mayoría de los niños son papones de nuestra Hermandad que quieren pasar por este estado antes de continuar como hermanos de fila, pertenecer a las diferentes bandas de nuestra Cofradía, ser banderas o braceros.
La sección de monaguillos es una de las imágenes más entrañables de la Semana Santa leonesa, y ya son varias las Cofradías de la capital que tratan de incorporarlos a sus cortejos, y pertenecer a ellos supone, sin duda, un orgullo para todos nosotros.
Cualquier niño que lo desee puede participar como monaguillo en nuestra Cofradía del Dulce Nombre de Jesús Nazareno, sin necesidad de tener que ser hermano de la misma, y sin contraprestación alguna. Para ello, durante los meses previos a Semana Santa, se abre el plazo de inscripción para participar activamente en la “Procesión de los Pasos” como monaguillo. Tan sólo hay que ponerse en contacto con la Cofradía, a través de la Secretaría de la misma, y facilitar los datos necesarios.