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Capilla de Santa Nonia

La Capilla de Santa Nonia es, desde 1814, la sede de las Cofradías de Ntra. Sra. de las Angustias y Soledad y del Dulce Nombre de Jesús Nazareno, después de haber tenido la necesidad imperiosa de abandonar la sede fundacional de ambas compañías, el desaparecido Convento de Santo Domingo, debido a los estragos producidos en él durante la ocupación francesa y su posterior abandono.

Antes de abordar la capilla, hagamos un recorrido por su anterior sede.

El convento de Santo Domingo el Real se funda en nuestra ciudad en el año 1261, según recoge el historiador Manuel Risco, siendo Rey de León y Castilla Alfonso X, llamado el Sabio y protegido por la poderosa familia de los Guzmanes, de cuyo seno salió Santo Domingo de Guzmán, fundador de la orden de los Dominicos.

El convento que lleva su nombre estaba situado en los extramuros de la ciudad, junto a la iglesia del patrón San Marcelo, y probablemente ocupando un gran solar que abarcaría hoy en día lo que son las calles de Ramón y Cajal, Padre Isla y Gran Vía de San Marcos, quedando para el recuerdo la plaza que lleva el nombre de dicho cenobio.

El padre Manuel Risco nos relata sobre los privilegios que diversos reyes, cercanos a la familia de los Guzmanes, conceden al Monasterio.

Entre estos muros ven la luz dos de las Cofradía más antiguas de la vieja urbe, las ya citadas Ntra. Sra. de las Angustias y Soledad y el Dulce Nombre de Jesús Nazareno, que funda su propia capilla en 1610, adquiriéndola en propiedad en 1615 .

Durante la guerra de la Independencia (1808-1814) las tropas francesas entran en León por primera vez en julio de 1808, y posteriormente el 29 de diciembre del mismo año bajo el mando del mariscal Soult, sometiendo a pillaje y bandidaje a la vestusta Legio. De tales consecuencias sufrió un incendio el convento el 1 de enero de 1809, arrasando la cubierta de la Iglesia y gran parte del convento. Al estar los pasos, efigies y enseres de las cofradías al culto en el citado incendio, sufrieron severos daños, así como los archivos y legajos de las hermandades allí establecidas.

En 1814 el Padre José Hidalgo, prior del convento de Santo Domingo, solicita el templo de Santa Nonia para celebrar los oficios religiosos de su comunidad, momento en el que las ya citadas cofradías se trasladan con los pocos vestigios de su gloria pasada a la capilla que generosamente brindaba la parroquia de Ntra. Sra. del Mercado y Antigua del Camino, a la cual depende, tras haber estado reuniendose en una casa de la vecindad para reorganizarse.

La Iglesia del Mercado es un templo románico del siglo XII levantado junto a la histórica Plaza del Grano, lugar en el que tradicionalmente se efectuaban importantes transacciones comerciales.

Su planta se divide en tres naves. En cuanto al alzado, éste incrementa su altura a medida que se avanza desde los pies hacia la cabecera, mientras que del interior sobresale la imagen gótica de Nuestra Señora del Camino, patrona de la ciudad de León. Fue declarada Monumento Histórico-Artístico.

La capilla de Santa Nonia toma su nombre de la esposa de San Marcelo, centurión romano, mártir y patrono de León, cuyo tránsito tuvo lugar en dicho lugar, según la tradición. Fue dicha capilla una pequeña ermita extramuros del cíngulo amurallado que establecía los límites de la ciudad, próxima a la Puerta Gallega y al convento de San Francisco.

Los antecedentes más antiguos datan del siglo XVI, gracias al archivo municipal y al fondo parroquial de la ya mencionada Parroquia del Mercado, donde fue fundada la "Congregación de los Esclavos de María", siendo conocida la ermita de Santa Nona durante los siglos XVIII y XIX como "Capilla de la Esclavitud". Dada las malas condiciones en que se encontraba a finales del siglo XVIII fue derriba y construida la actual en 1805.

Se concede el lugar por parte municipal con la condición de que siempre se venere también a Santa Nonia, hija de esta ciudad y recobrar la efigie de Santo Nona que con destino a su capilla se fabricó de talla a expensas de algunos devotos, la que según dicen parece existe en la parroquial de San Marcelo de esta referida ciudad.
Fue ideada por el arquitecto municipal Fernando Sánchez Pertejo con una planta ochavada, que ha sufrido diversas modificaciones a lo largo del tiempo.

Desde el traslado de las cofradías a esta su nueva ubicación siempre han velado por su mantenimiento y conservación, sobre todo a raíz del año 1952, en que la "Hermanitas de Ancianos Desamparados", que utilizaron este templo como oratorio, se trasladaron a su residencia actual, y el prelado cedió el uso y disfrute definitivo de la capilla a las agrupaciones penitenciales, según el documento expedido por el Palacio Episcopal el 23 de Septiembre de 1952.

Su planta es de cruz latina y conforma su estructura interior un pequeño atrio, pies, crucero y cabecera.

En el verano de 2021 se realiza una profunda intervención de restauración en la fachada e interior motivada por razones tanto estéticas como funcionales, provocada por las humedades existentes y deterioro de los materiales a lo largo del tiempo.

En la Capilla, las imágenes de la Cofradía del Dulce Nombre de Jesús Nazareno que reciben culto se encuentran situadas en el lado del Evangelio, mientras que las de la Cofradía de Ntra. Sra. de las Angustias y Soledad se hallan ubicadas en el lado de la Epístola, así como la efigie de Ntro. Padre Jesús Nazareno que se halla entronizada en un retablo, tal vez procedente de la S.I. Catedral del siglo XVI, sobre el altar mayor.

Las citadas imágenes que podemos contemplar son, desde la pies a la cabecera, el Cristo de la Crucifixión (Anónimo 1908), Stmo. Cristo de la Agonía (Laureano Villanueva, 1973), Cristo Ntro. Bien, del paso del Expolio (Díez de Tudanca 1674), Ecce Homo (Anónimo 1905), San Juan (Víctor de los Ríos, 1946), Madre Dolorosa (Víctor de los Ríos, 1949), La Verónica (Francisco de Pablo, 1926) y el Cristo de la Flagelación (Gaspar de Becerra, siglo XVI).
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