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Carta Pastoral del Excmo y Rvdmo. Sr. Obispo de la Diócesis con ocasión del Corpus Christi - Día de la Caridad
10/06/2020

Carta Pastoral del Excmo y Rvdmo. Sr. Obispo de la Diócesis con ocasión del Corpus Christi - Día de la Caridad Mons. Julián López Martín, Obispo de la Diócesis, nos hace partícipes a todos los diocesanos de su carta pastoral con ocasión de la festividad del Corpus Christi en la que nos invita a celebrar tal solemnidad aprovechando “la experiencia reciente para valorar mucho más que hasta ahora la Misa dominical como “Mesa del Señor y de los hermanos”. Él es quien nos reúne, nos alimenta con su palabra y con su Cuerpo y Sangre y quien nos reenvía en misión para llevar a nuestros hermanos, especialmente a los más pobres y necesitados, el testimonio del amor fraterno".

Del mismo modo, nos exhorta a poner en práctica la caridad "Pero de manera palpable y contante. Y si no tenemos a mano a quién hacerlo, hagámoslo a través de las instituciones caritativas y sociales”

“Sentado a la mesa con ellos”
Ante el “Día de Caridad” de 2020

Queridos diocesanos:

La próxima solemnidad del Santísimo Cuerpo y Sangre de Cristo, el día 14 de junio, domingo, nos va a recordar una vez más la íntima relación que existe, por voluntad del propio Señor nuestro Jesucristo, entre la Eucaristía que celebramos y el amor fraterno que hemos de poner en práctica si de veras queremos ser sus discípulos. Os confieso que después de los meses vividos con la preocupación generada por la pandemia del Coronavirus me parece, mucho más que un alivio, todo un signo de esperanza la llegada de la normalidad, aunque esta todavía no es total y nos exige avanzar con prudencia.

Con muy buen criterio los obispos de la Subcomisión Episcopal de Acción Caritativa y Social de nuestra Conferencia nos han ofrecido una interesante reflexión que invito a leer y meditar. Todos, de una manera o de otra, hemos padecido una situación que no debemos olvidar sin más. Nos hemos encontrado inermes y desconcertados y aunque existía una cierta confusión en cuanto a estadísticas de personas afectadas y el panorama se nos antojaba más oscuro que claro, hemos podido pensar que bastaba con tener cuidado para no contagiarse y mantener la confianza de que el peligro terminaría pasando. No es verdad. Nos lo han recordado los obispos de la Comisión Episcopal de Pastoral Social: “Esta pandemia no solo nos está dejando dolorosas muertes, sino que está provocando además una grave crisis económica y social… Como consecuencia… está creciendo el número de personas que sufren física, social, psicológica y espiritualmente. Muchas ya están experimentando la noche oscura de los discípulos de Emaús al pensar que todo está perdido”

No sé hasta qué punto los fieles cristianos de nuestras parroquias, tanto urbanas como rurales, han echado en falta la celebración de la Misa del domingo y la participación sacramental en la Eucaristía con su prolongación en la vida diaria. De los primeros siglos, cuando los cristianos eran perseguidos a muerte y se veían obligados a interrumpir sus celebraciones, nos ha llegado un testimonio conmovedor. Preguntados por qué quebrantaban la prohibición de reunirse, respondían: “Porque no podemos prescindir de lo que es del Señor” en referencia tanto al domingo, el “día del Señor”, como a la Eucaristía fraterna.

Ahora llega la solemnidad del Corpus Christi y la celebraremos lo mejor posible. Esto supone aprovechar la experiencia reciente para valorar mucho más que hasta ahora la Misa dominical como “Mesa del Señor y de los hermanos”. Él es quien nos reúne, nos alimenta con su palabra y con su Cuerpo y Sangre y quien nos reenvía en misión para llevar a nuestros hermanos, especialmente a los más pobres y necesitados, el testimonio del amor fraterno. Pero de manera palpable y contante. Y si no tenemos a mano a quién hacerlo, hagámoslo a través de las instituciones caritativas y sociales. Ahí está Caritas diocesana de León con sus comedores, sus centros de acogida, sus residencias y dispensarios y sus planes de acción social. No lo olvidéis: “Caritas” es la mano de la Iglesia que sirve y comparte.

Celebremos lo mejor posible el “Día del Cuerpo y de la Sangre de Cristo” cantando al “Amor de los Amores” pero sin olvidar, como postula el “Día de Caridad”, que “unidos al Señor, nos convirtamos en testigos de la fe, forjadores de esperanza, promotores de fraternidad y constructores de solidaridad en medio de esta situación tan dolorosa que estamos atravesando”. Con mi cordial saludo y bendición:

+Julián, Obispo de León
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